Los niños no necesitan padres gigantescos, sino seres humanos que hablen su lenguaje y que sean capaces de penetrar en sus corazones.
Una obra maestra que
inspirará a padres, a maestros y a jóvenes para afrontar uno de los grandes
retos del presente: la educación. Padres brillantes, maestros fascinantes es la
obra maestra de Augusto Cury, un libro que ha alcanzado el estatus de obra de
referencia entre los educadores de todo el mundo. La educación de nuestros
sueños: cómo formar jóvenes felices e inteligentes. Este libro va a cambiar tu
visión sobre cómo educar en la excelencia.
Padres brillantes,
maestros fascinantes nos presenta las dificultades a las que nos enfrentamos quienes
tenemos la bonita tarea de educar, y cómo hoy en día no basta con ser un buen
padre o un buen maestro: hay que ser brillante, y fascinante.
De la mano de esta premisa, Augusto
Cury nos presenta sus principios básicos para llegar a convertirnos en esos
padres o maestros que dejan verdadera huella en sus hijos y alumnos. Dichos
principios, van mucho más allá de lo que se hace actualmente, enfocados a veces
en lo material. Orienta a utilizar principalmente las armas de la creatividad,
la emoción y la afectividad y aportando su historia, vivencias, sentimientos y
tiempo. No es una lista larga ni técnica, pero son las llaves maestras que
pueden llevar a abrir el corazón de cualquier niño o joven.
El libro concluye planteando unos pocos
cambios más globales que se podrían aplicar a los sistemas educativos actuales
para tratar de conseguir ese objetivo de educar personas, mucho más ambicioso y
fructífero que llenar la cabeza de conocimientos. Y añade también algunos de
los resultados sorprendentes y esperanzadores que se han originado en algunas
de las escuelas donde se han puesto en marcha estas medidas.
Es un libro maravilloso, sin
desperdicio, que no debieran dejar de leer todos aquellos a quienes preocupe la
educación de sus hijos o alumnos.
Algunos detalles sobre el contenido del
libro, les comento a continuación:
El libro consta varios capítulos
dedicados cada uno a un punto clave de la educación (primera parte para padres,
y segunda para maestros), en los que el autor enfrenta lo que se puede esperar
de un buen padre o un buen maestro, con lo que harían un padre brillante, o un
maestro fascinante. Son puntos generales, y las recomendaciones del autor van
en la línea de ser positivos y emotivos, orientados a educar las emociones y la
memoria. Por poner algún ejemplo, estos son los títulos de algunos capítulos:
Los buenos padres dan regalos, mientras
que los padres brillantes dan todo su ser.
Los buenos padres corrigen errores, los
padres brillantes enseñan a pensar.
Los buenos padres preparan a sus hijos
para los aplausos, los padres brillantes preparan a sus hijos para los
fracasos.
Los buenos maestros educan la
inteligencia lógica, los maestros fascinantes educan la emoción.
Los buenos maestros utilizan la memoria
como almacén de datos, los maestros fascinantes la usan como fundamento del
arte de pensar.
Después de estos todos estos puntos (7
para padres y 7 para maestros), dedica una tercera parte a los principales
errores de los educadores (corregir en público, castigar enfadado, ser
impaciente, no cumplir con la palabra...). La cuarta parte resume muy brevemente
las investigaciones del autor sobre el funcionamiento de la memoria (Augusto
Cury tiene publicada una amplísima teoría sobre la inteligencia que es
fascinante), un apartado que probablemente resulte revelador para muchos. La
quinta parte explica 10 puntos básicos sobre cómo podrían modificarse las
escuelas y el sistema educativo para adaptarlo a las ideas que expone (música
de ambiente, sentarse en círculo, desarrollar el arte de las preguntas, contar
muchas historias, humanizar al maestro...), y algunos de los resultados
obtenidos aplicando estos cambios. Finalmente, concluye con un elogio de la
figura de los educadores, maestros y padres, y de la importancia que deberían
tener en la sociedad.