Hola apreciados usuarios.
Hoy, comparto algunos
aspectos que debemos tomar en consideración en cualquier propuesta educativa,
orientada a promover los valores y las actitudes favorecedoras de la
convivencia entre nuestros niños y niñas. Por supuesto, se hace necesario
comprender, en principio, que la educación para la convivencia no es tarea
fácil, puesto que existen factores, en la familia o el entorno social y
comunitario en el cual se desenvuelve el niño y la niña, que significan e
involucran situaciones de mayor complejidad que deben ser analizados y
atendidos de manera interinstitucional. Sin embargo, se puede afirmar que la
Escuela constituye el espacio ideal donde los niños y niñas pueden aprender a convivir
con los demás: allí se favorece el desarrollo de la personalidad, en un proceso
continuo y permanente, inspirado en una forma positiva de aprender a vivir
consigo mismo y con los demás, en la no violencia y en la creación de ámbitos
de justicia, de respeto y de armonía. En ese espacio se aprenden principios
básicos de la convivencia, tales como: “Trata
a los demás como quisiera que te trataran a ti…” o, “Tus derechos terminan
donde comienzan los derechos de los demás”
He aquí algunos de esos
aspectos que debemos considerar y aplicar:
a) En la educación para la paz, el acto educativo se entiende como un
proceso activo-creativo en el que sus participantes (Niños, niñas, jóvenes,
docentes, padres y representantes, personal de la escuela, miembros de la comunidad),
son protagonistas; y en el cual la paz se concibe como un proceso que se
construye mediante el desalojo de la violencia en todas sus manifestaciones;
mientras se trabaja por la justicia, la equidad, la libertad y el respeto pleno
de los derechos humanos. Entonces, educar para la paz supone cultivar en los alumnos esos valores.
b) Educar para la paz exige facilitar a los alumnos
experiencias y vivencias enmarcadas en los valores para la Convivencia y la paz
como eje transversal, en todo el ámbito escolar. Para ello se debe potenciar
unas relaciones de armonía entre todos los que forman la comunidad educativa. Entre
otras cosas, la organización democrática del aula, según la capacidad de los
alumnos y de la participación de éstos en el proceso escolar, lo que va a facilitar
la resolución no violenta de los conflictos; además, debe propiciarse un
clima que genere actitudes de confianza, seguridad y apoyo mutuo, de igualdad,
justicia, solidaridad y libertad, sustentado en la PEDAGOGÍA DE LOS VALORES, entendida
en Educación Inicial, como la clave fundamental para
la formación de un ser social, donde la escuela es el ámbito por excelencia
para estimular la convivencia solidaria y la aceptación de las diferencias desde
edades tempranas. Esto requiere de una programación que incorpore dentro de sus
estrategias a los valores como marco esencial en la consolidación de un ser
humano integral. Esa pedagogía de los valores debe abarcar tres
dimensiones del ser humano:
Nivel intelectual o cognitivo: Que los alumnos aprendan conocimientos y principios teóricos
relacionados con la convivencia.
Nivel afectivo: Tenemos que generar en
los alumnos sentimientos y actitudes positivos hacia la convivencia.
Nivel conductual: La Educación para la
convivencia será un éxito cuando las conductas de los alumnos respondan a las
exigencias de ese valor en el plantel, en su casa y en cualquier lugar.
Ello implica por parte de
los docentes un ejercicio de reflexión – acción, orientado por interrogantes tales
como:
¿Cómo deben trabajar los
maestros de Educación Inicial la formación en valores para la Convivencia?
¿Qué criterios didácticos
tendrán que orientar su acción educativa?
c) Educar en la resolución de conflictos: Desarrollando
una sana competencia personal y colectiva salvando siempre el respeto a la
persona y, muy especialmente, el respeto a la dignidad y a los derechos de los
más débiles.
d) Desarrollar el pensamiento crítico: El educador debe
propiciar entre los niños, niñas y jóvenes, espacios dialógicos donde ellos
también puedan exponer sus puntos de vista ante situaciones que los afecte.
e) Educar en la tolerancia y la diversidad: Educar para la
paz es educar a los niños, niñas y jóvenes, para que sean capaces de aceptar
las diferencias raciales, culturales, religiosas, entre otras.
Vías para educar en valores para la convivencia pacífica y la paz
q Vía Curricular: Los Valores como tema
transversal. Trabajar la convivencia desarrollando con los alumnos las tres
clases de conocimientos: Conceptuales (Conocer). Procedimentales (Hacer). Actitudinales (Convivir), para la formación
del SER.
q Vía Institucional: En la institución se debe
vivir y transmitir convivencia. La orientación para la educación en valores
para la convivencia, estará presente en el PEIC y en el Reglamento Interno; se
palpará en el clima y en el ambiente escolar. Se debe hacer énfasis en Incluir
el tema de los valores para la paz y la convivencia pacífica en el PEIC de la
escuela; estableciendo objetivos y metas
pedagógicas claros y precisos.
q Ambientación adecuada: En
la institución y en las aulas, hay que crear un clima o ambiente que invite a
los alumnos a descubrir y asumir los valores básicos para incorporarlos en su
vida. Para ello, se deben colocar consignas, murales, anuncios, normas… Una
llamada continua a todos para vivir una convivencia autentica.
q Actividades complementarias: Todas aquellas actividades que se hacen fuera de los contenidos y
unidades curriculares. Por ejemplo: Actividades recreativas, juegos
cooperativos, campañas, jornadas o actividades especiales. Todas estas
actividades deben trabajar los tres niveles de aprendizaje de los alumnos
(Cognitivo, afectivo y conductual)
q Los Educadores, como modelos de referencia: Tienen que contagiar a los alumnos (se contagia no solo por lo que
se dice, sino por lo que se vive)… Más que inculcar valores, hay que
inspirarlos. El docente es Modelo a seguir… por ello, debe analizar y asimilar
acerca de ¿Qué tan importante es difundir los valores teniendo como ejemplo a
nuestra persona? ¿Qué competencias docentes considera debería reforzar para
mejorar su desempeño como formador de valores?
Los docentes deben mediar aprendizajes durante toda la jornada, y
propiciar diversidad de estrategias y actividades “orientadas al fortalecimiento de habilidades, hábitos, conceptos,
nociones y vivencias que van a dar como resultado la formación del valor, que
permitan que los niños y jóvenes se activen por sí mismos en su realización, y
que progresivamente forme la capacidad o el valor para la Convivencia Pacífica
que se pretenda formar”. Semillitas de
Paz (2010).
Sugerencias de
Actividades a desarrollar en el aula/escuela para favorecer la formación de
valores.
Actividades creativas en el aula:
v Creatividad con técnicas de expresión plástica y materiales
diversos.
v Construcción de cuentos, poesías, canciones (de forma individual o
en grupos)
v Cuenta cuentos (individual o en grupo).
v Tertulias
v Ensayos de danzas, bailes, dramatizaciones.
v Elaboración de títeres.
v Elaboración de tarjetas y presentes dirigidos a compañeros,
familiares o cualquier miembro de la comunidad que se encuentre enfermo, de
cumpleaños, celebraciones de días especiales (día del obrero, enfermera,
policía, agricultor…..).
v Además, propiciar Conversaciones y espacios de reflexión con los
niños y niñas acerca de qué hacer para aprender a convivir juntos y en paz.
Actividades lúdicas en la escuela (Patio, cancha, áreas
verdes).
Se sugiere incorporar en la planificación del Docente
para el momento de actividades colectivas, variedad de juegos cooperativos,
tales como: Torneo de metras, Construcción de papagayos y otros juegos
tradicionales.
v Paseos y visitas a otras instituciones y en la comunidad, promoviendo
el tema: Educación para la Convivencia Pacífica.
v Circuitos de actividades: Ginkanas.
v Campamentos en zonas y áreas verdes en la comunidad.
v
Campañas y Jornadas de conservación del planeta.
v
Celebración de efemérides.
v
Actividades deportivas: Inter cursos
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